Ayer hablando con una amiga mía. Caímos en el tema de las maravillas de Alicia. Lo que para ella antes era o idealizo en su mente una maravilla había perdido su color. La vida no era un juego la realidad era otra y como poder explicarle a su familia en Cuba.
Alicia me dijo
- Si mis familiares me dejaran respirar. No se dan cuenta que no tengo de donde sacar.
Me sentí triste por Alicia y pensé que tal vez la gente allá se esta volviendo loca. Si ellos pudieran entender que uno acá también necesita. Que el problema de Alicia no se resuelve ni con malanga ni con aceite, ni con mesadas, ni con paquetes.
Alicia se siente que no puede más. Se siente sola. Están las cuentas de la luz, que si no las paga se le enfriá la casa porque aquí Alicia no tiene ese sol que caliente su cobija. Que a dejado de vivir ella para vivir por ellos. Que trabaja desde la noche a la mañana para complacer sus deseos.
Alicia se siente que no puede más. Se siente sola. Están las cuentas de la luz, que si no las paga se le enfriá la casa porque aquí Alicia no tiene ese sol que caliente su cobija. Que a dejado de vivir ella para vivir por ellos. Que trabaja desde la noche a la mañana para complacer sus deseos.
Alicia se la pasa de rebajas en rebajas para llegar llenas de regalos. Pero después de repartirlos se quedo allí. Con las gracias y te veo luego.
Ayer hable largo tiempo con Alicia y me dio pena. Por ella, por mi.
Alicia llego de sus vacaciones. Que serian los recuerdos que la ayudarían a sobrevivir el invierno que se le avecina.
Pero sus recuerdos no eran muchos no pudo salir, no la dejaron vivir. Cada ves que les decía quiero ir a la casa de la música su familia le respondía.
Alicia llego de sus vacaciones. Que serian los recuerdos que la ayudarían a sobrevivir el invierno que se le avecina.
Pero sus recuerdos no eran muchos no pudo salir, no la dejaron vivir. Cada ves que les decía quiero ir a la casa de la música su familia le respondía.
- Alicia sabes cuantas botellas de aceite puedo comprar con ese dinero que vas a gastar en ese concierto.
Y Alicia no salio se quedo allí sentada en la sala de aquel apartamento en el barrio de Colon. No fue a salir para no disgustarlos. Pensó que si salia cometía un pecado capital.
Pero ahora se pone a pensar que compro más de mil botellas de aceite. Que el problema no era tal como lo pintaban si no el trauma del aceite o la mecánica de la malanga.
Alicia me contó que los llevo a salir una vez. Pero ellos pidieron el plato más caro, la bebida más extraña la que tenia un nombre americanizado. Y ellos eran mucho y no le dio para tanto. Pero se esforzó y los complació. Y en banca rota allá se quedo.
Alicia ayer lloro. Lloro tanto que me conmovió. Termino sentada en una sala. En un lugar de la calle Colon sola con su propio "YO".
Con los recuerdos de un pasado. Sintió que ya no era la Alicia de antes. Ya no era vista igual. Dejo de ser persona para ser una divisa.
Pobre mi amiga Alicia. Llamo a sus amigos fueron pocos los que pudo mirar por dentro.
Algunos les dijeron
Algunos les dijeron
- Alicia eres tu? Hay amiga mía que bueno que llamaste necesito que me tires un salve.
Alicia no podía salvarlos a todos porque ella era solo una. Y aquí la vida es bien dura. Allá estan los vecinos que siempre te tiran el cabo. Aquí estas tu y tu soledad. Si no tienes te jodes. Y por eso hay que luchar.
Alicia lloro hasta desbordar su alma. Preguntándose que había pasado con su familia.
No le pude explicar. Pero si la gente allá supiera que aquí el dinero no te cae como pompas de nieve. Que la vida es más que un sobrevivir. Luchando con la nieve. Luchando con la frialdad humana. Trabajando como esclavo para mandar algo a los de allá. Aquí luchando con tu propio yo. Apartando a un lado tu cultura para ser otra.
Porque aquí Alicia esta lejos de ellos, de lo que en ralidad ella ama. Sin su Malecón empedrado. Sin su habana dibujada en sueños.
Ayer sentí mucha pena por Alicia.
Melba Mercedes Almeida
Azucala
2 comentarios:
De Alicias está lleno este lado de acá, quizás por eso tanto huir de allá, de acá, de tanta m
que maravilla que hayas podido contar esto que nos sucede, a las Alicias, exiliadas del pais de las maravillas.
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