Me siento a observar el mundo

desde una rama de la ceiba.

Miro los días pasar y me inspiro en ellos.

Adivinando que surco tomar

para perpetrar la más grande utopía

que me queda por lograr.

No lleva mucho consigo,

a su lado está la musa que le mira a los ojos

y seca la gota de sudor.

Un bolsillo rebozado de esperanzas

y un mañana tejido de amor.

Estrofas tomadas del poemario

Poemas de un Güije travieso enredado entre las hojas de un tabaco



lunes, 7 de noviembre de 2011

Recordando Cuba en pequeños retazos

Recordando Cuba en pequeños retazos 

Ya hasta podría decir que estamos llegando a los días de invierno. Y que el otoño como que quiere escurrirse lentamente, si ni tan siquiera me ha dicho la última palabra en aquella gota fría que mojo mi cuerpo ayer. Y eso hace que mi ser extrañe por unos minutos un pequeño rayo de sol que extraviado rompa esta frialdad de estos montes ya grises que me rodean.

Miro como la natura se hace mudar de aires ante mi vista, ella me invita a escribir un poema. Y lo hago mientras una lagrima se teje entre en la tinta y el papel.
Me llega el peculiar olor a invierno, ese aroma inconfundible entonces es cuando diera todo por tener e mi lado un penacho de palma que me abrace a su pecho. Y me diga en mi lengua una historia que yo pueda entender.

Recordando Cuba en pequeños retazos.


Cuando miras tu pequeño caimán desde lo alto te entra un cosquilleo inexplicable, un montón de emociones. Un nudo en la garganta y un deseo de sentir ese olor tan peculiar de tu tierra.
Y los ojos se humedecen de repente dejando grabado el reflejo de aquella bella imagen de tu caimán desde lo alto.
Te viene a la mente millones de recuerdos, la niñez, la pubertad, la madurez y quisieras que ese momento no acabara nunca.
Hasta comienzo a sentir en mis labios ese sabor a Cuba.
Ahora lejos de ella así le veo cuando le pienso. 

En camino a la Habana de Santa Clara ..!


Allí está ella en medio de las ocho vías con su cigarro en la boca, que muerde de lado a lado, mientras su pierna derecha hace un movimiento muy natural para mí. Es una forma de expresión corporal que nos identifica, aquella pierna que se balancea sin desapegarse del suelo, haciendo que la cadera se balance a la vista.
A su lado tiene el cargamento de maní, bueno creo que es maní o si no. Valla a saber usted que es...! Una caja de cartón cerrada sobre ella un jabuco con queso blanco que lleva para vender.

Aquella mulata con destino a mi Habana, allí está parada en esas ocho vías pidiendo a toda vos que alguien le pare, que le den un aventón. Aquella piel cocida por el sol, pero hermosa a la vez.

En su corazón seguro que lleva la incógnita "De a ver si nadie la coge esta vez".
Ya tiene unas cuantas multas y le prometieron que si la veían nuevamente se iba a buscar tremendo belebele. Es que ella no le gusta el aquello de estar pagando licencia, ya que ese es otro rollo.
Pero ella se arriesga nuevamente, yo la conocí cuando veníamos de Santa Clara con destino a la Habana.
Ella en plena carretera con tanto traste,  era tan peculiar su vestimenta que detuvimos el auto. Y montamos el saco de maní, aquella caja y la java llena de queso blanco.

En el camino le compramos queso, uno para la vieja y otro para mí. Mira que estuvo rico debimos haber comprado muchos más.

Mi madre nos advirtió que no paráramos en la ocho vías a recoger a nadie, que si puede ser peligroso, que si aquello y lo otro. Nada un montón de historias que para qué. Es que la vida no se puede vivir con tanto miedo, así que recogimos a la señora y yo sé que aquí en mi Cuba esas cosas no pasan. Gracias a que paramos probamos el mejor queso que ni había probado por largo tiempo.
A mi vieja le fascino y yo me traje un pedazo para Noruega. Mi esposo que si me lo iban a quitar en la aduana que si una multa.
Y nada que no pasó nada, con tanto miedo coño no se puede vivir..

Ellas nos contó de como preparaba el maní, de su lucha diaria, sobre la licencia que tal vez saque en un futuro. Mientras nos contaba sentada en la parte trasera del auto picaba una lasca de queso para que probáramos aquella delicia.….!
Con deseos de hacer PIPI..!

Mi esposo y yo habíamos salido temprano de casa teníamos que ir a la feria de la Rampa. Cada año lo hago, cada verano disfruto la feria, su bulla, su gente. 
Vienen muchos artesanos de muchas partes del país y venden las cosas a buen precio, también están todas las pequeñas cositas que quieres comprar para hacer de tu hogar un rincón CUBANO en el más allá. Si es que aquí tengo mi rincón cubano, con un bar con mi colección de bebidas cubanas y aún faltan más. 

Anduvimos casi todo el medio dia de momento nos entró aquel deseo inaguantable de ir al baño.  Como era el hotel Habana Libre lo más cercano que teníamos allí nos dirigimos. Lo del baño fue una gran odisea. Todos estaban cerrados entonces nos dirigimos al buro de información allí nos dijeron la siguiente noticia.
  •  El baño es solo para huésped
  • Como ……???????
Nada que no hay baño o te lo haces arriba o te inventas un historia para aguantar hasta el próximo que no sabes en donde estará.
Mi esposo exploto de ira y allí vino una muchacha de lo más atenta que trabajaba en el hotel y nos prestó su llave personal para poder utilizar el servicio.
La cosa no para allí ..!
No que va, ya dentro del baño, bien la auxiliar de limpieza a preguntarme que yo hacia allí.
Le conteste de forma algo ironica, voy a escribir la más tierna melodía para un día como hoy.
Ella insultada replico que el baño era solo para huésped y se fue refunfuñando en su propio disgusto.

Al final pudimos mi esposo y yo usar el servicio, pero que cosa más loca. El baño solo para huésped.


Aquí se come RICO ..!


Mira que antes e pasado por allí pero nunca se me había ocurrido entrar. Un día acá en el más allá vino un gran amigo el pintor cubano Joel Toledo y su esposa. Ellos me recomendaron este restaurante del otro lado del malecón, donde el plato diario es una sorpresa. Porque lo que pediste hoy no es lo que tal vez comas mañana.

La calidad de la comida genial sin dejar de pasar por alto lo económico que es.
Yo soy amante del pescado y aquel arroz moro, engatusado con aquellas cebollas. Si pasar por arte aquella ensalada de aguacates.
Y no es que la comida esta echa antes de que tu llegues, no que va todo es realizado delante de tus ojos.
Yo de cocina no se mucho para no decir nada, gracias a dios en mi casa el que cocina es Jan mi esposo porque si no sería un horror la cosa.



Cuba..!

Con sus encantos, con sus palmeras, con su ir y venir.
Con su vino a veces amargo, con la esperanza en una mirada.
El primer beso, 
mis primeros pasos, 
parte de mi vida.
Hasta el más bello de mis recuerdos.

Mis vacaciones fueron un encanto, en familia, con mi gente. 



Melba Mercedes Almeida – Azucala

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lunes, 24 de octubre de 2011

Cosas que llevan una vida.

Disculpen si me demoro en pasar por aquí.
El idioma y sus inconveniencias.

Completamente sin palabras y con la cabeza llena de vocales.  
Vocales que  se amotinan sin indicarme las coordinadas a seguir por un momento. Aturdida, con la mente embaucada en libros que hacen que la ansiedad se propague por todo mi cuerpo. 


Ya he bebido cinco tazas de café, y me decido a caminar de un lado al otro para estirar las piernas, quiero escribirles y contarles que pasa conmigo.


Realmente no me queda de otra que sumergir todo mi ser en una historia lejana a la mía. Llena de vikingos, reyes, dioses. Y sé que lograre al final sumergirme en ellas.

Aquellos dioses que se hacen una poesía ante mi vista, aquella era distante. Sierro mis ojos, me voy tan lejos de todo a la Edda poética. 
   ★    *  
 ★         ★       ★  *  ★   *   ★

 ★         ★       ★  *  ★   *   ★★
★   ★    *  
Samanta es una amiga mía Puerto Riqueña está en el mismo rollo, también nos une el hecho de ser latinas,  tenemos buena química juntas.

Ella también comenzó su lucha por aprender esta lengua, sus misterios, sus expresiones, sus maneras. Es que queremos aprenderla pero no a medias, si no aprenderla por completo. Aunque siempre nos quedaría algo por saber de todas formas.

Dicen que el español es uno de los idiomas más difíciles, no sé qué decirte, para mi es el noruego, sin dejar de pasar por alto el Ruso. Que ese lo tuve en Cuba por tres años, pero bueno ahora hablamos del noruego.

Primeramente lo que se me hizo difícil fue el cambio de sonido en las vocales a las que estuve habituada desde niña,  lo otro es que va despacio entre suspiro y suspiro. Aunque como mismo se escribe se lee y eso me gusta.

  • Te cuento que  la
O suena U de una forma fuerte, firme
U suena U de una forma suave como algo que se dobla.

Y tienes que tener el oído bien como que afilado para no perderte en ellas. Sin dejar de contar las tres vocales que no están para nada en mi alfabeto.

Æ, Å, Ø

Y sin pasar por alto los artículos indefinidos, ahí se complica un poco el royo, pero se le coge la vuelta.
En español tenemos el masculino y el femenino.
En noruego tenemos el masculino, femenino, el de no hay género. Al principio creía que se usaba solo para objetos pero no era así del todo y ya como que después de tantos años le cogí la vuelta.   

Samanta llego de la escuela y se sienta en su casa, ha tenido un día agitado, pero así es la vida. Y todo conlleva un sacrificio. 
Toma un libro de historia en sus manos para familiarizarse más con el idioma, porque eso es algo que ayuda mucho leer lo más que puedas. Ella comienza a leer sobre la literatura Nórdica.

“La literatura Nórdica de la época nórdica ca. 700 dC a 1350 dC”. Tantas palabras y frases desconocidas para ella.

Ya no sabe a quién preguntar cuando le asalta la duda, porque su esposo no le sabe mucho a la gramática creo. Me llama desesperada y yo que también me encuentro en un rollo parecido, así juntas resolvemos este dilema.

Después de haber hablado por Skype largo rato sobre la literatura Nórdica, Saga, y más nos despedimos. Y yo me sumo nuevamente a leer, esa lucha constante con este montón de palabras nunca escuchadas.

Al principio pensaba que el idioma Noruego era muy pobre, que solo se podían usar unas pocas palabras para decir un sentimiento. Sin embargo hoy puedo decir que no es tan pobre como pensaba, solo que muchos usan muy pocas de sus palabras.

Mi esposo siempre discute conmigo sobre eso, porque a mi me gusta decir las cosas a mi manera, pintar las frases.  Sin embargo el piensa que es algo banal que no hace falta decir mucho. Mejor es ir al grano y ya.
Y allí me quedo a medias.

Tal vez es algo que tiene que ver con nuestra idiosincrasia, nosotros estamos más habituados a decir, a llamar las cosas por su nombre, a expresarnos con el cuerpo, con los ojos, con nuestras mímicas inconfundibles.  Y eso me encanta realmente. 
Tal vez porque venimos de un mundo verde lleno de sol casi todo un año y eso nos ha hecho que le perdamos el miedo a las palabras, al decir.


Pero bueno ahora les dejo y me regreso a mi mundo aquí en el más allá, sucumbiendo en la cultura Nórdica, en sus dioses, en un pasado que me embauca los sentidos. 
Y me hace descubrir palabras antes desconocidas para mí.





Melba Mercedes Almeida – Azucala
copyright © Todos los derechos reservados

lunes, 10 de octubre de 2011

Creciendo cada día



Cuando sea grande quiero ser como cuando niña,
traviesa, llena de esperanza, sin rencores
y una alforja llena de sueños a mi espalda
que me ayudara en el andar por la vida.

Cuando sea grande pintare en mi ventana cada mañana la frase esperanzada que me ayudara a seguir
las estaciones del año.

Cuando sea mayor
me sentare a contarle a mis nietos
mis aventuras y desventuras.
Mi afán por la vida,
el deseo de hacer de mis sueños una verdad en mis días.

Les enseñare que la vida se hace en el riesgo del día a día,
en la lucha por alcanzar nuestro yo y ser vistos.
En pisar fuerte y seguro nuestro camino,
pero nunca pisar a los amigos.

Les enseñare mientras les abrazo a mi pecho.
Que con miedo no se llega lejos
que la vida es una lucha,
solo ellos puedes hacer de ella un encanto.
Y que de lloriqueo no se hace el camino.

Cuando ya no este me sentare a mirarles desde allá
regocijándome en la estrella que alumbrara sus pasos.
Y seré la luna que cada noche resplandecerá para ellos,
el poema donde les cuento de  mis raíces, sobre mi canto,
el rayo de sol que les dará calor y la fuerzas para nunca sucumbir.
Seré el viento para levantarles en cada caída
mi brisa les dará la fuerza para seguir.
Seré el torbellino, seré su coraza.
Y sé que ellos me llenaran de orgullo.

Melba Mercedes Almeida – Azucala
copyright © Todos los derechos reservados

lunes, 26 de septiembre de 2011

La última vez..!



Ella le esperaba cada tarde, cuando el sol comenzaba a esconderse detrás de aquella palma que se encuentra en la loma del ciego.

Allá esta la palma más alta de estos campos, mirándole desde acá parece cercana, pero no lo es, solo que la que la vista engaña a veces. Muchas veces solemos engañarnos ó hacernos una idea equivocada y creemos en cosas que no son, ni nunca serán si no  nos hacemos lo suficiente fuertes para decidir. Hay veces que la esperanza nos da fuerzas para esperar lo imposible.  

Allí esta ella como cada tarde, dispuesta a encender otro cigarrillo más, mientras camina de un lado al otro para calmar aquello que le entra en sus entrañas cuando que hay algo que  va mal. Es que el ser humano tiene la dicha de poder presentir de antemano lo que se avecina.

Solo que no siempre escuchamos nuestro ser. Aquel cuerpo lleno de gracia a pesar de los años, aquella mezcla de tanto, aquel corazón de oro.

Allí esta ella esperándole como cada tarde. Sabía lo que podía estar pasando en ese momento, aquella idea la llenaba de miedo, pero prefería confiar una vez más. Como ha hecho todos estos años en vano, pero el amor le ha dado la fuerza que se necita en estos casos. Había confiado en él una vida entera, colmando su ser de una paciencia interminable. Y ahora se preguntaba si valió la pena perder toda su juventud y no solo eso. Ya no era solo ella, hay alguien más en quien pensar.

Ramón se había olvidado del tiempo, trato de ser fuerte pero callo nuevamente. Allí estaba el, abrazado al último sorbo sin sentido. Ya él había perdido casi todo, le quedaba el amor de su negra que le esperaba y el de su hijo que había crecido mirándolo llegar a tumbos cada noche.

No era mal padre no, nunca lo fue ó tal vez si quien sabe. Quien soy yo para juzgar al pobre Ramón.
Le veo tumbado sobre aquella mesa, sin fuerzas.
Ramón no es mala persona, es un vecino servicial, multifacético es en las cosas del hogar, a todo le sabe algo. 


Allí está el pobre Ramón, cuantos ha bebido, que importa ya si ha roto nuevamente la promesa. A su lado están los llamados buenos amigos riéndose. Hasta habían hecho una apuesta. Ellos no tienen nada que perder, pero Ramón tiene su negra que le espera con el alma llena de amor y con la esperanza de que dios escuche su plegaria. Un hijo que le adora y que va creciendo sin que pueda ver a su padre como ejemplo.

Esto pasa en muchas familias y hay veces que no queremos hablar del problema, porque pensamos que tal vez no es tal problema. Y terminamos hundiéndonos en un caos sentimental terrible.
Tal vez porque nos da vergüenza, porque pensamos que será la última vez y perdemos tiempo sin buscar ayuda.

Hay muchos niños que cresen en medio de estos problemas y que aprenderán ellos cuando llegue su turno para ser adultos. Es nuestra obligación ayudarles, darles nuestro amor. Recuerda que darle la espalda porque no es tu problema no ayudara.

Allí esta ella ha esperado mucho  y sabe cómo Ramón llegara a casa esta noche, su hijo en la mesa hace la tarea y ella se pregunta qué hacer.
Ramón tumbado en aquella mesa, ya solo, aquellos que se dicen sus amigos han marchado, allí está el sin rumbo nuevamente. Una promesa rota y no sabe qué hacer, porque tal vez al llegar a casa ya ellos no estén y como vivirá sin ellos esta vez. Quiere ahogar sus penas, quiere encontrar el rumbo, quiere buscar las fuerzas.


Melba Mercedes Almeida – Azucala
copyright © Todos los derechos reservados.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Regálame una sonrisa

Foto tomada del Internet


Regálame una sonrisa


Hoy he despertado con el tilín de la lluvia que acaricia el cristal de mi ventana, su brisa fresca con olor a otoño me llega a todo galope. Se introduce por algún poro de estas paredes, algún orificio que no puedo percibir a plena vista en esta habitación.
Esta casa de madera fabricada desde hace años, con encantos y misterios. Ella deja que la brisa otoñal se cuele en mi espacio, eso me hace feliz, me llena de buena vibra. El otoño me da su sonrisa, él también está lleno de encantos. La natura me ama y yo me dejo amar por ella.

El despertador suena desesperadamente a mi lado, estremeciendo mi tímpano.  Aquel sonido consecuente como si temiera de que no me allá dado cuenta que es hora de levantarse para ir al trabajo. Y yo sigo tumbada en aquella cama, con los ojos clavados en aquel cristal de mi ventana. Esta completamente mojado por aquella lluvia que le besa intensamente.

Me gustaría estar en estos momentos parada bajo esa lluvia, sentir que recorre mi cuerpo, que mima mi ser refrescando todo mi interior. Quisiera que cada gota llegara a cada rincón de mí ser, para que al final la gota prohibida bese mis pechos. Si no fuera porque tengo que ir al trabajo correría descalza al jardín y  le regalaría un baile a la lluvia de otoño.


Romper la rutina es saludable, a veces se necesita algo fuera de lo común para sentirse vivo. Hoy te juro que me gustaría quedar allí, sin importarme el tiempo, ni los segundos, ni los minutos, solo quedar allí bajo esta lluvia, hasta que aparezca mi duende encantado y me cubra este cuerpo sediento de tanto.

El despertador suena y suena desesperadamente, como si yo no le hubiera escuchado. Yo continúo sumida en mis reflexiones, pero le escucho, le siento como irrumpe mis pensamientos de una manera o de otra, él no se da por vencido. Al final me decido a detener tanta bulla, estirando mi brazo hacia él, con mi dedo índice le silencio.
Ahora puedo escuchar el susurro de la lluvia, el ir y venir de la brisa, el cantar de las hojas que caen en el otoño. El día hoy me sonríe y eso me hace feliz, hay muchas maneras de sonreír.

Te has puesto a pensar en lo importante que es una sonrisa, una sonrisa al azar. Sin la necesidad de conocer a la persona a la que se la regalamos.
La natura nos sonríe diariamente, solo que no todos somos capaces de percatarnos, porque vamos muy sumido en nuestro mundo, en nuestros problemas cotidianos. Una sonrisa puede alegrar un despertar, cambiar un día, llenar de esperanzas al que se creyó desafortunado por un momento.

Yo me pongo en pie, dejando a mis espaldas mi cama desarreglada, pero hoy me va bien que nada este en su lugar. Acomodando mis pantuflas me dirijo al balcón para ver la lluvia más de cerca. La natura me sonríe esta mañana y eso me hace feliz.

Hoy cuando llegues al trabajo, a la escuela, a la cola de algún lugar o tan solo al banco del parque situado a la sombra del viejo framboyán sonríe.
Derrama en tu rostro la sonrisa, desbórdala por unos segundos y veras como hace su cauce.  A pesar del tiempo que has estado esperando, a pesar de que el corazón este acongojado sonríele a la vida y veras como ella te sonreirá de regreso. 

Hoy el otoño me ha regalado una sonrisa mientras me anunciaba su llegada. Yo ya lista para salir al trabajo pinto mi alma de mil colores. Respirando profundamente este aroma otoñal que me rodea.

Me decido a colgar en el perchero de la abuela, las frustraciones, los problemas sin soluciones inmediatas, las malas experiencias, los prejuicios, que no hay nadie a quien juzgar y todos merecemos una sonrisa al azar.
Me lanzo al mundo que se despierta a mi paso, sé que mi día será maravilloso porque yo me invento mis días con mis vivencias, con mis sueños. Y me alimento de la sonrisas que otros como yo me regala al azar.

Melba Mercedes Almeida – Azucala
copyright © Todos los derechos reservados

jueves, 1 de septiembre de 2011

Mi mejor amigo es incondicional ...!

Hay cosas que llegan a nuestras vidas para darnos mucha alegría, para empujarnos a seguir, para enseñarnos una vez más que hay mil razones para el próximo suspiro.

Mini es una de estas cosas y no sé cómo describírtela, aunque el día este de cabeza ella me hace sonreír, cada mañana me regala su lengüetazo a pesar que el sol no este, a pesar de mi mal humor a causas de mis nostalgias. Allí esta ella halando el cinturón de mi bata de cama y con un ladrido encariñado me dice que cambie mi cara que ya es tiempo para una sonrisa.

Con sus cinco meses de nacida es toda una pelota, 
traviesa, la reina de la fiesta.

Ella no me quiere perfecta
solo me quiere tal como soy,
con mis risos fueras de lugar,
con mi sonrisa arrebatadora y bulliciosa.

Ella me saca a caminar y nos vamos recorriendo las calles de este pueblo en el más allá. Estas calles desoladas. Suelo contarle como me fue en el día, mi próximo sueño, el motivo de la última lágrima. Ya no me siento tan sola, Mini está conmigo y yo la estoy con ella.



Ella no me quiere perfecta
solo me quiere tal como soy,
con mis risos fueras de lugar,
con mi sonrisa arrebatadora y bulliciosa.
Ella me regala miles de lengüetazo
y yo le regalo mi amor incondicional.

Los buenos amigos te hacen llevar la vida, te ayudan a llevar el día, a llenar de mil colores cada despertar. Llenan de estrellas el entorno a pesar que nuestra amiga luna se a marchado a algún lugar ..!



Melba Mercedes Almeida – Azucala
copyright © Todos los derechos reservados.




miércoles, 24 de agosto de 2011

Inocencia




Unos ojos diminutos como dos cuentas de azabache llenos de un brillo travieso y peculiar. Aquellos ojos que hacen resaltar aquellas dos caritas inocentes y bellas detrás de aquel escondite.

La inocencia es maravillosa,  yo les descubrí y ellos ni se percataran aun.
  • Que habrán hecho aquellas dos caritas tiernas para estar escondidos en el tanque de la vieja.
Mi niño que tan tranquilo me mira sin saber que yo le he descubierto. El se siente invisible dentro de aquel inmenso  tanque.

Aquel tanque ya casi oxidado por fuera, el que mi vieja suele pintar cada año por dentro, para así mantenerlo un año más. Allí está mi niño junto a su primo Manuel, que  tranquilos están los dos, como si esperaran un gran momento.

Si mi vieja les viera allí, gritaría desaforada y dirá que allí almacena el agua para la cocinar, diría mucho más, hasta me la puedo imaginar. 
  •           Están comiendo de lo que pica el pollo estos chiquillos y tu serás guanaja o qué…? 
Gritaría a toda voz, después gruñendo con la ira de un volcán, saldría en busca de la penca de guano seca que guarda detrás de la puerta de la cocina. Con ella le asustaría cayéndoles detrás y caminaría despacio para no alcanzarles.
  • Deja que les coja carajo. - diría mi vieja.
Ellos  saltarían de un susto para salir  corriendo con una sonrisa a todo pulmón. Los veras perderse en el patio de atrás, ese que está lleno de hiervas medicinales.
Todas esas plantas que la abuela usa cuando llegan los catarros inesperados. Las malezas del estomago o problemas de la piel.

En su jardín botánico como yo le digo, tiene de todo para hacer milagros. La medicina natural acompaña a mi vieja de antaño. Es como una tradición familiar heredada de familia en familia. 

 Y mis niños correrán, al final  irán a encaramarse en la mata de mamoncillo que esta al final del patio. Ellos saben que la abuela allí no les alcanza.

Ella refunfuñara sin parar y ellos no entenderán porque de tanta molestia. Es que a veces olvidamos que son solo niños en la más bella edad.

Y se divierten con la abuela,  ella siempre tiene paciencia. Aunque la vida le juegue su trastada y tenga ganas de llorar. Aunque a veces ellos le colmen y un castigo merecido se busque los dos. 

Allí están felices en su inocencia, mientras yo me pregunto qué tal será mi día hoy en mi trabajo, la cosa esta muerta. Me gustaría saber si habrá una propina que llevar a casa. O si esta semana también marchare con las manos vacías. 
Ayer no vendimos ni un refresco, la gente no sale casi a comer fuera ó es que tal vez el cocinero a decaído en su sazón y la competencia va a millón. También existen temporadas altas y bajas, así es la vida como la marea puro mar. 

Allí siguen ellos escondidos, que estarán tramando aquellas dos estrellitas traviesas. Ellos viven su mundo sin preocupaciones, rápido olvidan una discusión entre ellos. Los vez abrazados nuevamente como buenos primos. Nosotros deberíamos aprender de ellos. Seriamos más felices pienso yo.

Allá entrando por la puerta veo a mi hermano, acaba de llegar, viene a  buscar a Manuel. Hoy vino más temprano que de costumbre. Trae cara de malos amigos, esta estresado, se le nota y de veras que cuando esta así la coge de mala gana.

Y ellos siguen escondidos allí, riéndose pícaramente entre sí y aquellos ojitos que se mueven de lado a lado, esperando ser descubiertos. De repente desaparecen aquellas cabecitas dentro de aquella lata y se escucha un rumorar entrelazados con una sonrisa escapada. 

Mi hermano que ya vio donde se  esconden va sacarles de su sueño infantil, de su juego creado.
  •  Coño Manuel mira que jodes coño, no te puedes meter en ese tanque chico, hoy para la cama de cabeza.
Aquella voz fuerte, aquel semblante lleno de furia, aquellas manos que lo levantan en peso sacándoles de aquel escondite imaginario, donde ellos pensaron que nadie les descubriría.

Y no es por culpa de Manuel que su papi está molesto, ni es por causa de su escondite tampoco. Y Manuel le mira y le tiemblan los labios, es solo un niño en su inocencia. Y su papá está molesto y mi pequeño Manuel no sabe si llorar, no se atreve, su padre enfurecería mucho más. Es que su padre le ha dicho que los hombres no lloran. 

Menudo error el de mi hermano, tal vez si cuando chico hubiera llorado más a menudo hoy entendería. El llanto a ayuda el alma. Y los hombres si pueden llorar, amar, reír, soñar. 

Allí está el observando a su padre y aquellos ojitos que hace unos minutos eran unas pequeñas cuentas de azabache llenas de travesuras se ven marchitos.  Y a mí me duele  que le duela a Manuel..!

Es que a veces sin darnos cuentas nos atormentamos con nuestros problemas, con nuestras frustraciones del día y no nos damos cuenta que aquel niño no entiende el porqué de nuestra angustia.
Es solo un niño en su mundo inocente, con aquellos ojitos traviesos escondido en el tanque de la abuela.

Recuerda siempre que el no te pidió venir al mundo, tu lo trajiste a este mundo, dale tu amor, no le hagas sentir que es un problema en tu vida. Hazle entender que es la felicidad de tus días.
A veces llegamos a casa extenuados del día a día y no es su culpa. El solo te está esperando por ti lleno de felicidad escondido en aquel tanque de la vieja. Y su bella inocencia le hace sentirse invisible.



Melba Mercedes Almeida – Azucala
copyright © Todos los derechos reservados.


lunes, 15 de agosto de 2011

Cuba

He regresado de mi Cuba, esa isla hermosa situada en el Caribe, aquella isla llena de encanto y desencantos a la vez.

Y te diré que me siento en el limbo.

Es como…!  Que no sé donde  estoy, media perdida ando, sin pasos, sin sombra que me abrigue por unos segundos.

Ahora la extraño más que antes y voy  sintiendo que la necesito a mi lado mucho más.

Cuba como contártela para que me entiendas, como decirte mis vivencias, describirte los espacios recorridos. Ya de retorno en el más allá y no sé qué decir. Es que en este momento no sé ni que escribir, aunque lo necesito para desahogar esta alma, que de una forma o de otra se devánese frente a un montón de recuerdos que me hacen feliz y me llenan de dolor a la vez.

Me siento intrusa en este entorno que me rodea, mis oídos retumbados no conocen ya la lengua que me llevo tiempo aprender, para poder integrarme a una sociedad muy distinta a la de mía, para poder sobrevivir por mi misma, sin que nadie me hiciera un cuento. Me siento fuera de lugar por un instante y me asusta lo que se siento.
Creo que hasta e confundido el rumbo en este momento, no pertenezco a ningún lugar y en mis adentros se siente el crujir de las olas. Soy mar, palma, un tomeguín en pleno despertar. Es que mi espíritu desatado e inconforme se siente acongojado y de repente me hace perder el juicio.

Todo aquí tan tranquilo, la brisa no se revela a mi paso, sé que no pertenezco acá pero sin embrago me adapto a este entorno. Me obligo a la fuerza y le sonrió de vuelta al viento mientras le tomo en mi pecho, prometiéndole amor.

Cuando llegan los días como hoy te das cuenta la falta que hace la familia. Los hermanos con sus ideas y cocotazos intercalados en una conversación recordando el ayer.  La familia con virtudes y defectos pero la mía.

Es en los días como hoy fríos como cada día, en este más allá de un solo color das gracias a la vida por haber tenido la dicha de haber conocido otro espacio no tan perfecto como este tal vez, pero llenos de vecinos que nos solo te saludan en cada mañana, si no que comparten contigo el día a día. Un barrio en pleno calor de un día de agosto, un mundo espontáneo, risueño y escandaloso. 

Ahora de regreso a mi realidad y a vivir de los bellos recuerdos que me traje hasta la próxima vez.

Un beso mi mundo ya estoy de vuelta 


Melba Mercedes Almeida – Azucala
copyright © Todos los derechos reservados.

viernes, 5 de agosto de 2011

Buscando el edén ..!


Foto tomada de la
página Я люблю ФОТО
Allí fue donde comenzó la historia, en una calle cualquiera.
Una pelegrina llevando en su ser más de mil palabras llenas de amor.


Andaba buscando el edén, alguien le había contado una vez que existía un lugar sagrado y que no hacía falta esperar llegar al limbo para obtener estar en él.

Entonces siguió la rambla, desembocando su ser en nuevos mundos, en nuevas aguas.

Encontró aguas embravecidas que una vez fueron hermanas, sintió el amargo sabor de las guerras en su andanza. Y lenguas malvadas que condenaron su ser.  
Vi ojos llenos de odio que llevaron el golpe en su espalda.

Corrió lejos nuevamente, lloro donde nadie veía su lamento, sintiendo pena por ese mundo que la rodeaba y que no era el de ella.

Se levanto mirando hacia el cielo como si tomara un suspiro de fuerza y siguió su camino nuevamente pero esta vez ya había aprendido algo, sobre el bien y el mal. 

Dejando su cuerpo tumbado de tanto cansancio a la orilla del rio sintió que la brisa acariciaba su piel, y la hierba le traía un olor a hombre.


Alzo los ojos y allí estaba él, todo harapo y aquella melena llena de hojas secas. Con sus manos el bebía de la cascada y trataba de calmar su sed.

Así comenzó aquella amistad, hablaron la misma lengua. Hasta tenían el mismo sueño y fundieron sus cuerpos una noche de luna llena.

Ella lo había buscado de por años pero nunca perdió la esperanza de encontrarlo al final.
Hoy su edén se ha pintado de él y la lágrima se hace cascada que refresca la tierra.

Ahora ella ya más madura, más segura de la vida le cuenta a sus hijos su historia y les dice a cada uno de ellos.

La felicidad esta dentro de ti, allí está tu edén solo que podrás verlo el día que estés satisfecho contigo mismo. No busques el mundo perfecto, ama tu mundo y llénalo de amor.

Melba Mercedes Almeida  - Azucala

Con todo el cariño del mundo enciendo la llama de la esperanza..!

Una vela llena de amor y luz, donde renace la esperanza para llenar de fuerzas a todas aquellas personas que aun están luchando contra el cáncer.…! Voy a pedir también Para mi buena amiga Kirenia.* Por Elena …! La dueña del blog "Los secretos del baúl" * Por la escritora cubana Elena Tamargo.* Con la llama del amor venceremos batallas que creímos invencibles, caminaremos unidos hacia el nuevo horizonte. Y mi fuerza le dará a tu andar paciencia para creer en ti una vez más. subir imagenes También enciendo esta vela para los que quedaron en el camino y ya no están conmigo como mi padre Eugenio Almeida Bosque y mi tío Luis Guevara ...!

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