Disculpen si me demoro en pasar por aquí.
El idioma y sus inconveniencias.
El idioma y sus inconveniencias.
Completamente sin palabras y con la cabeza llena de vocales.
Vocales que se amotinan sin indicarme las coordinadas a seguir por un momento. Aturdida, con la mente embaucada en libros que hacen que la ansiedad se propague por todo mi cuerpo.
Ya he bebido cinco tazas de café, y me decido a caminar de un lado al otro para estirar las piernas, quiero escribirles y contarles que pasa conmigo.
Vocales que se amotinan sin indicarme las coordinadas a seguir por un momento. Aturdida, con la mente embaucada en libros que hacen que la ansiedad se propague por todo mi cuerpo.
Ya he bebido cinco tazas de café, y me decido a caminar de un lado al otro para estirar las piernas, quiero escribirles y contarles que pasa conmigo.
Realmente no me queda de otra que sumergir todo mi ser en una historia lejana a la mía. Llena de vikingos, reyes, dioses. Y sé que lograre al final sumergirme en ellas.
Aquellos dioses que se hacen una poesía ante mi vista, aquella era distante. Sierro mis ojos, me voy tan lejos de todo a la Edda poética.
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Samanta es una amiga mía Puerto Riqueña está en el mismo rollo, también nos une el hecho de ser latinas, tenemos buena química juntas.
Ella también comenzó su lucha por aprender esta lengua, sus misterios, sus expresiones, sus maneras. Es que queremos aprenderla pero no a medias, si no aprenderla por completo. Aunque siempre nos quedaría algo por saber de todas formas.
Dicen que el español es uno de los idiomas más difíciles, no sé qué decirte, para mi es el noruego, sin dejar de pasar por alto el Ruso. Que ese lo tuve en Cuba por tres años, pero bueno ahora hablamos del noruego.
Primeramente lo que se me hizo difícil fue el cambio de sonido en las vocales a las que estuve habituada desde niña, lo otro es que va despacio entre suspiro y suspiro. Aunque como mismo se escribe se lee y eso me gusta.
- Te cuento que la
O suena U de una forma fuerte, firme
U suena U de una forma suave como algo que se dobla.
Y tienes que tener el oído bien como que afilado para no perderte en ellas. Sin dejar de contar las tres vocales que no están para nada en mi alfabeto.
Æ, Å, Ø
Y sin pasar por alto los artículos indefinidos, ahí se complica un poco el royo, pero se le coge la vuelta.
En español tenemos el masculino y el femenino.
En noruego tenemos el masculino, femenino, el de no hay género. Al principio creía que se usaba solo para objetos pero no era así del todo y ya como que después de tantos años le cogí la vuelta.
Toma un libro de historia en sus manos para familiarizarse más con el idioma, porque eso es algo que ayuda mucho leer lo más que puedas. Ella comienza a leer sobre la literatura Nórdica.
“La literatura Nórdica de la época nórdica ca. 700 dC a 1350 dC”. Tantas palabras y frases desconocidas para ella.
Ya no sabe a quién preguntar cuando le asalta la duda, porque su esposo no le sabe mucho a la gramática creo. Me llama desesperada y yo que también me encuentro en un rollo parecido, así juntas resolvemos este dilema.
Después de haber hablado por Skype largo rato sobre la literatura Nórdica, Saga, y más nos despedimos. Y yo me sumo nuevamente a leer, esa lucha constante con este montón de palabras nunca escuchadas.
Al principio pensaba que el idioma Noruego era muy pobre, que solo se podían usar unas pocas palabras para decir un sentimiento. Sin embargo hoy puedo decir que no es tan pobre como pensaba, solo que muchos usan muy pocas de sus palabras.
Mi esposo siempre discute conmigo sobre eso, porque a mi me gusta decir las cosas a mi manera, pintar las frases. Sin embargo el piensa que es algo banal que no hace falta decir mucho. Mejor es ir al grano y ya.
Y allí me quedo a medias.
Tal vez es algo que tiene que ver con nuestra idiosincrasia, nosotros estamos más habituados a decir, a llamar las cosas por su nombre, a expresarnos con el cuerpo, con los ojos, con nuestras mímicas inconfundibles. Y eso me encanta realmente.
Tal vez porque venimos de un mundo verde lleno de sol casi todo un año y eso nos ha hecho que le perdamos el miedo a las palabras, al decir.
Tal vez porque venimos de un mundo verde lleno de sol casi todo un año y eso nos ha hecho que le perdamos el miedo a las palabras, al decir.
Pero bueno ahora les dejo y me regreso a mi mundo aquí en el más allá, sucumbiendo en la cultura Nórdica, en sus dioses, en un pasado que me embauca los sentidos.
Y me hace descubrir palabras antes desconocidas para mí.
Y me hace descubrir palabras antes desconocidas para mí.
Melba Mercedes Almeida – Azucala
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