Visa familiar
Al terminar mi trabajo fui a caminar un rato por estos parajes desolados, tenia a que darle un orden a mis ideas. La vida continua y no podemos hacer nada por detener su paso.
Entonces me decidí a llamar a mi amiga Eugenia, es que la vida en estos contornos va tan deprisa que no tenemos tiempo a veces para hablar.
Hoy necesitaba contarle de mis sueños, sobre aquel viaje que di a Berlín y hablar de la perdida que me tiene hace unos días acongojada y saber como van sus preparativos de viaje para esa Cuba de mis sueños.
Ella es una amiga mía cubana, muy especial para mi. Ella es de esas cubanas que siguen siendo muy natural a pesar de vivir muchos años fuera de su querida patria. No ha cambiado en nada.
Te la voy a contar un poco sobre ella para que te hagas una idea. Eugenia viene de la Habana como yo. Su madre es de Santiago de Cuba. Una guajira campechana, rebelde. Demasiado exigente para Eugenia pero su madre. Su padre también es de por allá, pero por cosas de la vida terminaron encontrándose en la Habana y allí nació ella.
En el ceno de una familia humilde, claro todo es relativo todo esta en lo que es la humildad para ti. Pero para mi la humildad es poder amar a todos sin importarte estados sociales, sexuales o políticos. Ser una persona sencilla en todo el sentido de la palabra.
Pero no es de mi que te voy hablar es de Eugenia. A ella le gusta escribir, tal vez un día publique la historia de su vida. Yo también amo escribir aunque no soy escritora. Escribo poemas, historias de mis amigas como la de Eugenia y en ellas van parte del reflejo de mi vida.
Ella lleva años viviendo aquí, se vino ha estas tierras frías y desoladas hace años. Lo que trajo a Eugenia aquí no fue un problema político, ni una necesidad económica. Creo que se fue huyendo de la sobre-protección a la que su madre la tenia sumida.
Eso si ella no es ciega, sabe de las carencias de su Cuba. Aunque siempre me dice que tiene muchas cosas que agradecerle a su tierra.
Eugenia vive en este mundo sin pensar que el mundo piensa o tiene que decir de ella, pero a veces le duele el mundo que la rodea.
Ella también ira a Cuba en estas vacaciones. Hay que hacer algunas cosas antes de viajar, por ejemplo los tramites de la visa familiar para nuestros respectivos esposos.
Al llamarla me contó su experiencia vivida en el dichoso papeleo. Aquí va su historia.
Azucala te contare que fui a la embajada hoy porque tenia que arreglar algunas cosas.
O mejor dicho para llamarlo por su nombre a lo Cubano el “PAPELEO”. Solicitar la visa familiar para mi esposo. Renovar el pasaporte de mi hija y el mio.
Todo tiene que estar en Orden antes de viajar a Cuba. Porque de no ser así te (complicas en un cuarto de tierra). Mi esposo necesita la visa familiar. Para poder vivir en casa de mi familia. De no tenerla si alguien de momento da un chivatazo. Es tremenda candela y si la policía lo coge viviendo en casa de mi madre sin papeles por casualidades de la vida. Es un problema de los grandes.
Yo ya había pedido un turno por teléfono en la embajada de ante mano. Llame hace una semana atrás por teléfono. Para estar segura que no daríamos el viaje en vano a Oslo. Porque de mi casa a la embajada es un buen tramo.
Para colmo de males ahora cambiaron la cónsul. Esta se llama Angustia, no se ni que decirte sobre esta señora.
La cónsul que había anteriormente me gustaba mucho más. -me contaba Eugenia - Teníamos más afinidad, verdad que era mucho más explicita en sus respuestas. Amable, respetuosa, educada te podía regalar mil sonrisas que tanto te hacen falta para apaciguar el malestar que causan los precios que tiene uno que pagar por la dichosa visa familiar o el pasaporte. Es que los precios suben de una manera escalofriante y el dinero aquí no cae del cielo. Con una sola palabra la ex cónsul era una verdadera representación de mi país. Pero esta que llegó nueva para mi..! realmente tiene un aire de despiste total.
Todo lo a cambiado como de la noche al día. Nunca puede responder al teléfono. Si responde te deja a medias. Da respuestas totalmente incoherentes y sin ton ni son te manda a la mierda. A veces me dan deseos de saltar por el teléfono. salir por el auricular agarrarla por el cuello y decirle.
“A mi usted me respeta coño, que usted no me conoce”.
No, no puedes perder la ecuanimidad. Si me vieras contando del uno al diez para no perder la paciencia. Calmate muchacha, me digo a mi misma. Recuerda que tu no eres igual que ella. Si te la hechas de enemiga todo seria mucho peor.
Bueno ya se ira adaptando. Al final seguro que es bien eficiente. Aunque lo dudo, porque el que nace para burro del cielo le cae la carga. Pero lo que más me jode en todo esto, es que cada vez que la llamas para hacer una pregunta.
“Esperate chica...! que no es tan fácil hablar con ella.....!.”
Pero si es que logras localizarla. Si te pones dichoso y la encuentras. Pero si la capturas después de mil llamadas al consulado. De dejar montones de mensajes en el contestador. Entonces das con ella, muy sutilmente te responde molesta por aquel teléfono.
Toda la información que necesitas la encuentras en las paginas de la embacuba en el Internet.
Que coño sabe ella si tengo Internet o no. Tal vez en el Internet no entendí ni papa. Ya que en la en la pagina web que ella aconseja a todos que debemos mirar. Cuando aprietas el dichoso botón de tramites consulares.
“Que crees que pasa? Imagina.”
Pues na. Te sale la pantalla en blanco unas pequeñas letras que te dicen.
“This Page is Not Found”.
Nada que la pagina que usted busca no existe. Ella no puede entender que si me e tomado el trabajo de llamar. Es porque yo quiero que ella me esplique más detalladamente.
Llegamos a la embajada de Cuba. Es un edificio de estilo antiguo. Me recuerda a mi Habana y sus estructuras coloniales. Pero no es mi Habana, aquí todo esta más ordenado. No hay vecinos asomados al balcón. Ni el olor a verano de mi tierra mezclado con salitre.
Abrimos la reja que esta pintada de negro. Atravesamos todo el jardín y allí esta el pequeño cartel que dice.
“Embajada de Cuba”
Horario de atención al publico : Lunes a viernes de 09.00 hasta 12.00
El horario de la Embajada es de lunes a viernes de 09:00 a 15:00 horas.
Su llamada telefónica será atendida entre las 12:00 y 15:00 horas
Después de a ver leído el cartel nos acercamos a la puerta. Me decidí a tocar el timbre. Probé varias veces. Pero nadie habría.
“Ya veras” que se le olvido a la cónsul que hoy teníamos turno. No lo puedo creer”.
Es que nuca se sabe que puede pasar.
“Después de ese viaje tan largo allí. Si no hay nadie te juro que la Angustia me iba a escuchar”
Pensé en mis adentros, porque si lo decía en voz alta mi esposo caería en depresión total y yo no me quería predisponer.
Pero no me doy por vencida, no señor mio no he dado este viaje en vano. Nos sentamos en un pequeño banco de madera situado a un costado de la puerta de la embajada. A mi lado mi esposo que ya comenzó a impacientase. Encendí un cigarrillo para relajarme un poco. Pasado unos 30 minutos de espera volví a tocar el timbre. Espere unos minutos y insistí nuevamente.
Escuche unos pasos ya se abrió la dichosa puerta. Mi esposo se levanto de aquel banco de madera, corrió en dirección hacia la puerta. Como con miedo a que desapareciera de su vista aquel señor que nos miro con asombro. Como preguntándose que queremos.
Buenos días - nos dijo - que desean?
Nosotros tenemos turno hoy a las 11 de la mañana con la cónsul.
Espere un momento. Están seguros?
Claro que estoy segura. - le dije.
Me dice su nombre por favor?
Eugenia.
Espere un momento por favor.
Aquel hombre de estatura mediana y piel morena se pierde por un largo corredor. Como se le ocurre preguntarnos si estamos seguros. Estará loco ó que. No pensara que me e dado este viaje solo porque estoy jugando ó porque deseo ver su rostro.
Desdé la puerta semi abierta puede ver mi bandera Cubana. Mi corazón latió con más fuerzas, en esos momentos estuve casi en territorio Cubano. Eso me hizo feliz.
Tuve la mala espina que nos habíamos dado este viaje en vano. Tengamos mente positiva me repetí una y otra vez en mis adentros. Después de unos segundos de espera regresa aquel hombrecillo. Esta ves nos sonríe y nos invito a pasar.
La cónsul les recibirá en unos minutos. - me dijo.
Por su asentó al hablar me doy cuenta que no es Cubano. Pero latino es, de eso no me cabe la menor duda, por el color de su piel y aquel deje de mi lengua Española. Esperamos unos minutos más, que fueron para mi una eternidad. Vedad que la cónsul me altera, el día menos pensado me va a conocer.
Adelante ya puede pasar - me dijo aquel desconocido. Mientras interrumpe mis pensamientos y me indico el camino. - la cónsul les espera.
Entramos a la oficina situada a la derecha. Veo un escritorio llenos de papeles, como para dar la impresión de que están abarrotados de trabajo. En la pared del fondo una foto del Che acompañado de Fidel. A su derecha tienen una computadora de un color gris. En la izquierda al lado de mi bandera. Unos estantes de metal, que cada uno contiene 5 gavetas inmensas. Seguí recorriendo mi vista por aquella oficina hasta llegar a la cónsul.
Allí ante mis ojos detrás de aquel escritorio. Como escondida entre el reguero de plumas y papeles. Esta la dichosa Angustia. Con unos espejuelos que descansan sobre su nariz. Al fin la veo en persona, me miro y me dijo.
A ver tengo 5 minutos para ti y ya has usado dos de ellos. Te quedan tres.
No puedo creer que este hablando en serio. Eugenia calmate me dije a mi misma una vez más. Esta vez no puedo perder la ecuanimidad. La mire mientras le entregue la más sutil de mis sonrisas y le dije bien calmada.
Vengo a solicitar la visa familiar de mi esposo y la renovación de los pasaportes de mi hija y el mio.
Trajo todo lo que necesitamos?
Si, eso creo. Traje todo lo que el señor me dijo por teléfono.
A ver dame los papeles.
Le entregamos las plantillas ya firmadas. Ya yo las había rellenado en casa de ante mano. Para no perder tiempo, las fotos, nuestros pasaportes y el dinero. Hay el dinero como cuesta todo este rollo. Ella tomo todas las planillas en sus manos, las miro una por una. Lo reviso todo detalladamente cuando ya se convenció de que todo estaba en orden me dijo.
Ahora debe esperar.
Pero cuanto tiempo?, Es que nosotros no vivimos aquí en Oslo.
Oye esto es sin apuro calma. Que todo lleva tiempo.
Nunca e visto cosa igual. Que mujer más insoportable como es capaz de decirme oye. Deberás que no hay química ente nosotras. Ella me cae mal y yo siento que ella no me rueda.
Esperamos aproximadamente una hora y unos 45 minutos. Pero esta vez en una saleta pintada de un amarillo tierno. Aquellas ventanas de puntal alto. Que permiten que el aire circule, para no correr el riesgo de morir intoxicados por aquel toxico de carbono llamado Angustia.
“Demos gracias a dios que no nos dejo esperando hasta por la tarde”
Pienso en lo más profundo de mi ser. Uno nunca sabe con la que te puede salir esa mujercilla del infierno. Al pasar un rato nos llama nuevamente a su oficina. Ya al parecer todo estaba en orden, nos entrega todos los pasaportes. El de mi esposo con la visa familiar, la prorroga de los otros dos. Ahora el pasaporte de mi hija y el mio están vigente hasta el año 2010.
Angustia me mira fijamente mientras me sonríe. No sabia que podía reír, me parece tan amargada. Llena de frustraciones sentimentales y sexuales. Sus ojos me recorren de arriba hacia abajo, de una forma algo arrogante y pendenciera.
Ya esta todo en orden? - le pregunte con la desesperación de abandonar aquel lugar. Quería salir de su vista. No valla a ser que sufra alguna alergia en mi piel.
Si aquí tienen todo. El pasaporte del señor con la visa familiar, aquí el suyo y el de su hija con las prorrogas. - me explico mientras me los entrega uno por uno en la mano.
Ya nos podemos ir para Cuba corazón. - le dije a mi esposo, que se encontraba parado a mi lado sin decir palabra alguna. Después dirigí mi vista hacia ella diciéndole - Muchas gracias Angustia.
Eugenia este es su segundo esposo Noruego? - me pregunto la cónsul. Cuando ya me ponía en marcha para salir de aquella oficina.
Si - le respondí deteniendo mi paso. Y virando mi rostro hacia ella y le pregunte - Porque?
Porque ustedes las Cubanas cambian de marido como mejor les parece. Sin contar con las autoridades Cubanas en lo más mínimo.
Que...?
No dije nada más. Aquella pregunta me a dejado estupefacta. Ella no va a empañar mi felicidad, de cuando acá tengo que contar con Cuba para males de amor ó es que también me van a controlar mis ovarios.
La mire fijamente mientras camine en dirección a ella, apoye mis manos sobre aquel escritorio. Pensé unos minutos y le dije.
Yo le informe a la embajada sobre mi boda. Tal vez si lee en mi expediente lo encuentre. Allí encontrara toda la información que necesita. Pero descuide Angustia que la llamare tan pronto mi esposo y yo discutamos. Cuando hagamos el amor y me goze de pies a cabeza. Cuando me sienta sola. Cuando la nostalgia me embriague el alma. Si eso la hace feliz.
Me miro fijo, pero solo unos segundos. No pudo contener su mirada en mis ojos. Como si entendiera que se le fue la mano en su pregunta. Me marche antes que perdiera la cordura. Me vino a la mente aquel refrán que mi abuela siempre me decía.
“A palabras necias oídos sordos”
Le doy las gracias. Aunque realmente me gustaría decirle a la cónsul lo que realmente pienso de ella.
“Eres un bochorno. Una grosera insoportable. No te resisto Angustia.”
Pero no! No..!. Tu no eres igual que ella.
Seguro en el fondo es una bruja amargada. Ella me hace ver como si el echo de que yo viva aquí en Noruega fuera mi pecado, mi condena. Ella esta llena de frustraciones sentimentales y sexuales, esta llena de (sarza y engañoso verdor). Mejor no decirle nada más. Para que?. Seria perder mi tiempo y no somos iguales. Ni ella ni yo ella nunca entendería.
Melba Mercedes Almeida - Azucala
4 comentarios:
UUUUUUUUUfffffffffffffffffff!!!!!!!!! Que mal de estómago me has levantado!!!! Voy a beber agua, respirar y vuelvo!!
Yo la hubiera estrangulado...Uf, qué mala leche se me acaba de levantar! Lo primero es que no soporto hacer papeleos, es superior a mi. Esta semana he tenido que hacer papeleos(me voy a casar) y faltaba un papel que no me habían dicho y casi me da vueltas la cabeza. Pero la chica que me tocó a mí era muy agradable y simpática (dentro del grado de los funcionarios, que no es para irse a bailar con ellos); me llega a tocar la tal Agustina...Ufff!!!! No sé si es un problema de falta de madurez o qué, pero me cuesta mucho lidiar con incompetentes y groseros. Me saca de mis casillas.Yo creo que no podría mantener la entereza de Eugenia. Pero dio la contestación apropiada, la de una señora. Me quito el sombrero, cualquiera la hubiésemos mandado a los infiernos (mucho antes de verla en persona). Pero tienen el poder en sus manos, que es lo único que tienen en la vida, para su desgracia. Pobres seres humanos algunos!!!! En fin, que por lo menos lo ha solucionado ya. Una cosa menos...
Por cierto, esta semana me he acordado mucho de ti. He salido de viaje y tuve que enfrentarme con una sonrisa a la crpquetada de la maleta...jajajajajaja... mientras la hacía se lo iba contando a mi chico y nos moríamos de risa. Aunque todas aquellas risas terminaron en una reflexión de lo mal que está el mundo y todo eso, pero no nos vamos a poner tristes. Y corto ya que te acabo de ocupar todo el espacio de los comments....jajajjajaja... que me lo paso muy bien contigo, me encanta leerte y saber de ti. Querida amiga, un besazo enormeeeeee.......(de los sonoros ehhhhh, nada de mejilla contra mejilla... un muaaacccckkkkk en condiciones)
Mon que alegría me da verte por aquí, felicidades en hora buena por lo del casamiento te deseo muchas cosas lindas.
Si amigo, tu también has alegrado mi día.
Me encantas eso de las boda, disfrútala al máximo es un momento más que especial.Pero no te pierdas del blog, nos cuenta como fue todo. Que rico! te mando un besote tan sonado como el que me has regalado en mi blog. Un abrazo bien fuerte en el va mi corazón que esta muy feliz por ti.
También te doy un quiero bien grande para vos y para tu chico que debe ser bien afortunado.
Gracias por tu amistad te quiero Mon.
Estas historias!
La verdad es que una no sabe si reir o llorar o pasar verguenza ajena!
No hay respeto, no hay profesionalidad, no hay sensibilidad, se acabó el querer.
Angustias es un buenísimo nombre!
Angustias me dan de pensar en la próxima vez que necesite ... pasar por eso.
La carcajada igual la solté: "la llamaré cada vez que mi esposo y yo discutamos..." jajaja!
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