Ya en Cuba.
Amigos míos ya estoy en mi Cuba, hace solo dos días que acabo de llegar y ya el calor me está matando completamente. Puedo sentir como las gotas de sudor salen desde cualquier rincón de mi cuerpo. Recorriéndolo de punta a punta, haciéndolo pegajoso y húmedo a la vez. En estos momentos puedo sentir como las gotas me recorre la nuca y continúa su camino atravesando mi espalda, allí se unen todas entre sí, haciéndose un rio en mi columna que va buscando su desembocadura.
Entonces recorre cada cause de mi cuerpo sin que yo la pueda detener sumiendo mi alma en un leve suspiro y en mi mente la frase “De madre este calor”. Veo como el sudor va humedeciendo aquella camiseta blanca que llevo puesta y que se pega a mi piel de repente. Hay amigos míos que calor hay en mi Cuba.
Primeramente antes de seguir contando quiero decirles que les mando un besote bien grande para todos y espero que me disculpen por no haber escrito antes, pero me era totalmente imposible.
Es que cada vez que yo voy en camino a mi Cuba las hormonas se me disparan chocando unas con otras y todas se van amotinando en mi celebro. Y la cosa no es nada fácil. Es que aunque no lo quieras se te pone en candela la cabeza y así no puedo escribir. No me viene la musa, la inspiración se pierde por completo, no logro concentrarme. Aunque ustedes no lo creas la mente se te llena de un montón de incógnitas y musarañas que me van tupiendo completamente el celebro.
Yo ya me sentía en deuda con ustedes y no quería que pensaran que los había olvidado, porque eso nunca pasara. En estos momentos ya estoy más calmada ya pise mi tierra y eso me hace muy feliz.
Comenzare contándoles que mi vuelo llego súper retrasado a mi Cuba. Mi entrada debió ser a las 18 horas y llegamos a las 1.14 del otro día siete horas después. Eso de estar volando entre las nubes en esa caja de metal compacta a mi me ataca los nervios completamente. Salí de Noruega a las siete de la mañana con destino a Holanda, allí tuvimos que esperar cinco horas de transito para tomar lo que sería el próximo vuelo con destino a mi Cuba.
Como es de suponer la cosa no era tan fácil como parecía, que va mi corazón. Al montarnos en el avión y ocupar nuestros respectivos asientos se nos anunció por aquellas bocinas, en las que uno no entiende más o menos ni la mitad de lo que dicen.
¨Es cierto o es que ustedes no se han dado cuenta, a mi me sucede aunque sepas ingles no entiendes al piloto o tal vez es mi oído que de tanto miedo se me tupe por completo¨
La vez pasada que estuve en Cuba en el 2008 fui al hotel Kolly para usar el internet y eso fue un descaro, una estafa a la cara ocho dólares la hora y después que pago no pude entrar en Internet, no había conexión. Y lo peor de todo es que no me devolvieron el dinero. Me dijeron que regresara otro día, por más que les explicaba que no podía regresar al otro día ya que me quedaba muy lejos no me devolvieran mi dinero. Pero ahora me vine a otro hotel que está cerca de la casa a escribirles.Pero bueno como les iba contando por las bocinas del avión nos explicaron que el avión tendría una demora, ya que tenía un desperfecto. Sabes cómo se me pusieron los nervios a millón y los pelos de punta. Eso de desperfectos y problemas en el aire no me agrada para nada.
Después de una hora nos explicaron que debíamos abandonar el avión ya que se presento un problema en una de sus alas. Menos mal que el problema fue detectado cuando aun estábamos en tierra, si llega hacer por los cielos no estuviera aquí haciéndoles el cuento en estos momentos.
A esa hora tuvimos abandonar el avión y esperar que viniera otro avión que nos llevaría a nuestro destino. En ese lio tuvimos que esperar seis horas más en aquel aeropuerto. Después de tantos inconvenientes todo salió de maravillas hasta mi Cuba ni turbulencias ni mal tiempo, eso de las turbulencias me saca también del paso. Sentir como aquella caja de hierro compacta se mueve de un lado para el otro como si fuera una maraca no me agrada. Al llegar a mi Cuba la aduana del aeropuerto no fue tan mal, pero siempre te pasan por la guillotina aunque no quieras de esa no te salva ni el médico chino. Aunque ahora en el aeropuerto han puesto un montón de cámaras para vigilar la conducta de los que trabajan allí y para que no haya más trapicheo. Pero al cubano siempre le toca la cosa de las pesas.
El turista pasa como Juan por su casa aunque lleve la Habana en aquellas maletas. Los noruegos que iban conmigo pasaron súper rápido y eso que les metí a ellos toda la carga pesada, yo tuve que esperar a que me cogieran las pesas. Abrir las maletas enseñar que llevaba mucha medicina para la diabetes para mi madre.
También les tengo que decir que ahora no es que pueda escribirles muy seguido, pero tratare de hacer lo posible. Es que aquí en internet es bien caro aunque varía mucho el precio de hotel a hotel, pero es caro.
Después de una hora nos explicaron que debíamos abandonar el avión ya que se presento un problema en una de sus alas. Menos mal que el problema fue detectado cuando aun estábamos en tierra, si llega hacer por los cielos no estuviera aquí haciéndoles el cuento en estos momentos.
A esa hora tuvimos abandonar el avión y esperar que viniera otro avión que nos llevaría a nuestro destino. En ese lio tuvimos que esperar seis horas más en aquel aeropuerto. Después de tantos inconvenientes todo salió de maravillas hasta mi Cuba ni turbulencias ni mal tiempo, eso de las turbulencias me saca también del paso. Sentir como aquella caja de hierro compacta se mueve de un lado para el otro como si fuera una maraca no me agrada. Al llegar a mi Cuba la aduana del aeropuerto no fue tan mal, pero siempre te pasan por la guillotina aunque no quieras de esa no te salva ni el médico chino. Aunque ahora en el aeropuerto han puesto un montón de cámaras para vigilar la conducta de los que trabajan allí y para que no haya más trapicheo. Pero al cubano siempre le toca la cosa de las pesas.
El turista pasa como Juan por su casa aunque lleve la Habana en aquellas maletas. Los noruegos que iban conmigo pasaron súper rápido y eso que les metí a ellos toda la carga pesada, yo tuve que esperar a que me cogieran las pesas. Abrir las maletas enseñar que llevaba mucha medicina para la diabetes para mi madre.
También les tengo que decir que ahora no es que pueda escribirles muy seguido, pero tratare de hacer lo posible. Es que aquí en internet es bien caro aunque varía mucho el precio de hotel a hotel, pero es caro.
No quiero que piensen que les he olvidado. Y pienso regresar y cada vez que pueda para contarles de mi Cuba y su gente. Ahora lo que si les puedo decir es que hay tremendo calor.
Un beso para todos.